miércoles, enero 18, 2006

La opinión de un experto: Alejandro Vidal

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Análisis. Un esfuerzo imprescindible


ALEJANDRO VIDAL

No es tan fácil como lo que queda de Liga puede inducir a pensar. El único consuelo que, por ahora, le queda al Mallorca es que no viaja solo a través de la tormenta que acabrá por hundir a aquellos que naveguen peor por los mares de la crisis.
Para alcanzar 43 puntos, los que garantizan la permanencia en la categoría, tiene que ganar la friolera de ocho partidos y empatar dos, lo cual equivale a no perder en la mitad de lo que aún resta de campeonato. Si sólo gana siete, tendría que empatar cinco, lo que limita a sólo siete sus posibles derrotas y si continúan sacando cuentas de la progresión, verán que el camino no es precisamente de rosas.
Como digo, el consuelo, que en este caso no es de tontos pese a ser mal de muchos, es que en parecida situación también se encuentran el Alavés, el Athlétic, el Málaga, el Cádiz, el Betis, el Espanyol, el Atlético de Madrid y ni siquiera el Racing se puede considerar al pairo. El problema es que, de momento, ha obtenido malos resultados frente a seis de ellos, superando únicamente a vitorianos y cadistas, lo que añade un peldaño más de dificultad.
El hecho de que, finalmente, el Consejo de Administración haya decidido poner sobre la mesa casi seis millones de euros por el traspaso de dos jugadores, todavía a falta de una o dos nuevas incorporaciones, indica que sí le han visto las orejas al lobo de cuyos aullidos hablábamos ayer. Ahora bien, no por imprescindibles, estos fichajes garantizan el objetivo.
No se puede responsabilizar a los nuevos del futuro del equipo, ni hay quien crea que son una panacea o portadores de milagros. Primero hay que ver cuál es su ritmo de adaptación a las exigencias de la competición, al sistema, al juego y al propio grupo. Y en segundo lugar, es cierto que amplían considerablemente la competitividad interna y la cantidad de recursos a disposición del entrenador, aparte de introducir un elemento de optimismo renovado en la afición.
Dada la situación es una de las pocas soluciones que dependían de la propiedad. El paso se ha dado, aun a falta del último esfuerzo, pero a partir de aquí las únicas respuestas hay que buscarlas en el terreno de juego. Luego, a final de temporada, ya se hará el correspondiente balance.