La opinión de Giffs
Curioso comunicado el que aparece en la web oficial del RCD Mallorca.
La prensa actual vive de primicias, rumores, comentarios, y si revisamos el balance de errores y aciertos, pues también invenciones.
Continuamente se especula si uno se va, otro se queda. Hace meses que se habla de que Campano no renueva porque se va al Sevilla CF (de hecho, hay pacto de silencio con el club). Hace meses que se especula que varios equipos de Inglaterra (especialmente el Totenham) van tras Arango.
¿Se producirá alguna de las cuestiones que he comentado? Por que si no a esas yo añado:¿Que pasará con Fernando Navarro? ¿Tendrá sitio en el Barça?¿Y con Borja? ¿Volverá al R. Madrid?¿Y Okubo? ¿Volverá a Japón, se quedará aquí, fichara por otro club europeo...?¿Y Farinós, otrora crack?¿Y Tuzzio y su cesión de River?¿Y Yordi?¿Y Braulio?¿Como lleva la suplencia Moyá? El año pasado tuvo ofertas ¿Tendrá este año?¿Que pasará con Carmona, Delibasic, Peralta, Ramis, etc? ¿Volverán?
El fútbol está lleno de interrogantes. La gran mayoria de la plantilla tiene motivos sobrados para, desde un punto de vista individual, tener algo en que pensar respecto a su futuro. Así que este comunicado, si tiene la intención de liberar tensión a los jugadores, desde luego no sirve para nada.
Y si lo que quieren es hacer ver lo mala que es la prensa, la cupula directiva del RCD Mallorca es un coladero de información. ¿O no se filtró a Marca la dimisión de Cúper? ¿Quien filtró 48 horas antes la "dimisiondestitución" de Rosselló? ¿O la llegada de Iversen a Mallorca para ese fichaje que no se concreto?¿Y el "Asunto Pandiani"?
Y si lo que quieren es hacer ver lo mala que es la prensa, la cupula directiva del RCD Mallorca es un coladero de información. ¿O no se filtró a Marca la dimisión de Cúper? ¿Quien filtró 48 horas antes la "dimisiondestitución" de Rosselló? ¿O la llegada de Iversen a Mallorca para ese fichaje que no se concreto?¿Y el "Asunto Pandiani"?
Precisamente quien emplea técnicas desinformativas. Yo creo que este comunicado se emplea para apagar el fuego de las torres, que a su vez se emplearon para apagar la destitución elegante de Rosselló.
Respecto a lo de declarar transferibles o intransferibles en el transcurso de una temporada, que se lo digan a Ballesteros. Chistes malos aparte, el concepto de transferible o intrasferible no existe en el RCD Mallorca. Se puede declarar transferible a Borja, Farinós, a Yordi o a Braulio. Tendrán dificil acomodo en un club de clase media de la Primera División. No los querrá casi nadie y solo si vienen sin pagar traspaso. Por contra, los Arangos, Pisculichis, Nunes, o Basinas. Que venga el At. Madrid (que no es ni el Manchester Ud ni el R. Madrid, ni el Barça o Milán o Juve), y vereis que rápido vuelan...
Y paso de hablar de torres, pues bastante se ha dicho ya. Debo reconocer que al respecto lei (debo reconocer) un fantástico artículo de un periodista que generalmente no me gusta lo que hace, el director de "El Mundo de Baleares" Eduardo Inda, y que define y finaliza de manera clara y diafana el debate de las torres. He aquí el mencionado artículo:
LOS PUNTOS SOBRE LAS IES
Don Vicente: ni ahora ni así, sino en 2007 y 'asao'
EDUARDO INDA
EDUARDO INDA
El casi octogenario Pedro Serra será lo que sea, que lo es y en cantidades industriales, pero nadie en sus cabales le puede negar un maquiavélico don: que jamás escribe a humo de pajas. Cuando su ¿diario? sensacionalista o su ¿rotativo? independentista sueltan un globo sonda es porque el anciano editor planea quedarse con el globo sonda o porque va a pasar el platillo al dueño del globo sonda. La inocencia, el desinterés o el mero derecho a la información son papel mojado para alguien que ha hecho de la prostitución del periodismo un vomitivo arte. Seguramente por eso el miércoles me mosqueé pelín más de la cuenta cuando Ultima Hora tituló «El Mallorca busca casa» en lugar de ir directamente al perfil final de un proyecto, el del pelotazo de Son Moix, que ha nacido más estrellado que con estrella.
No sé si acertaré pero pensar mal, lo que se dice pensar mal, pensé un rato mal. Nadie en su sano juicio puede entender cómo el mismito día en que presentas por todo lo alto la cojorremodelación de Son Moix te da por filtrar a Pedro Serra que la cojorremodelación de Son Moix no se va a ejecutar en Son Moix. Esto es como si la estajanovista y brillante a partes iguales consellera de Obras Públicas, Mabel Cabrer, presenta el boceto de la autovía Palma-Llucmajor haciendo como quien no quiere la cosa una insignificante precisión: «Vamos a ejecutar este mismo proyecto pero... de Inca a Manacor». Cualquier persona medianamente crítica concluiría ipso facto que aquí hay tomate o que la cuerdísima Mabel Cabrer se ha vuelto tarumbísima.
De lo que estoy completamente seguro o, al menos, quiero estarlo, es de que Vicente Grande no confirmará los augurios que Radio Macuto y los pesados maledicentes cursachianos de siempre van extendiendo por ahí cual reguero de pólvora: «Su objetivo ahora es hacer un nuevo estadio, las torres, el centro comercial y la Biblia en verso en terrenos suyos». Estoy seguro de que ni se le ha pasado por la cabeza, ni va a caer en la tentación de que se se le pase algo más que por la cabeza porque entonces tendrá a EL MUNDO en la cabecera de la manifestación antiaprovechateguis. Hasta ahí podíamos llegar.
A los que sostenemos que más vale Grande conocido que Cursach por re-conocer le pedimos inmediatamente que despeje las dudas razonables que han surgido tras conocerse el dibujo definitivo de un pelotazo cuyas líneas maestras adelantó esta casa hace mes y medio. El presidente del Mallorca está ética y estéticamente obligado a comprometerse por activa y por pasiva a que lo que se tenga que hacer se hará en Son Moix y nada más que en Son Moix. De lo contrario seguirá llenando de argumentos la bandeja de unos cursachianos que se lo quieren quitar de en medio por las malas o por las peores.
Tampoco es de recibo hacer coincidir la puesta de largo del pelotazo con la nada inopinada y sí muy anticipada salida del eficaz Ramón Rosselló del consejo de ministros bermellón. Un observador imparcial llegará a dos conclusiones a cual más inquietante y en absoluto excluyentes: que Rosselló tomó las de Villadiego porque no le gustaba un pelo el SonMoixazo o que se aceleró la puesta de largo para a modo de cortina de humo tapar el marrón del adiós de un adjunto al presidente que ha durado en el cargo dos meses escasos.
Aquí hay algo que chirría, un algo que hace que a Juan Balear se le quede cara de gilipuertas. Primero nos vendieron la moto del rascacielos de 40 plantas, dos edificios de 10, amén de un centro comercial; luego esta casa descubrió que no habría uno sino tres rascacielos y, al final, Vicente Grande nos ha dado la razón al decir «Diego» donde decía «digo». De un bicho de 40 pisos y dos inmuebles de 10 hemos pasado como por arte de birlibirloque a uno de 40, uno de 30 y otro de 20. O sea, que donde antes pintaron 60 plantas ahora nos meten de matute 90, es decir, el milagro de los panes y los peces en versión ladrillista. La moral y materialmente insobornable Catalina Cirer ha salido al quite con una celeridad encomiable advirtiendo que en estas condiciones el SonMoixazo es un imposible físico y metafísico. La alcaldesa puso negro sobre blanco unos perogrullescos argumentos que no por perogrullescos hay que dejar de recordar. A saber: que el Plan General no lo permite, que el solar no es del club sino del Ayuntamiento y que, para más inri, parte fue expropiado en su día para levantar el estadio. Conclusión: ni es legal ni es viable toda vez que habría que devolvérselo a los reversionistas o pasar por caja y pagarles un congo.
Dicho lo cual esta casa opina exactamente lo que siempre ha opinado. No pongo ni quito siquiera una coma: tan cierto es que lo de los rascacielos es un disparate conceptual como que el Mallorca no puede quedar al margen de la moda urbanística que impera en Primera División. Nuestra isla no es, ni debe, ni puede ser Hong Kong. Tres pedazo de moles de 40, 30 y 20 plantas en una ciudad con una altura media de cinco o seis es el acabóse desde el punto de vista estético y paisajístico. Tan evidente es esto como que el club no puede permanecer mucho tiempo más en inferioridad de condiciones frente a un Atlético de Madrid que va a pegar un pelotazo de campeonato en el Calderón, frente a un Real Madrid que ya lo pegó y de qué manera, frente a un Zaragoza al que le van a dar el oro y el moro por la Romareda, frente a un Español que hizo el negocio de su vida en Sarriá, frente a un Valencia que se va a meter en la butxaca 1.000 kilos de euros con la recalificación de Mestalla y frente a un tan largo como suertudo etcétera. Esto, nos guste o nos disguste, es el sino de los tiempos. Cerrar los ojos a esta realidad puede terminar con el paso del tiempo en el epílogo que a nadie nos gustaría escribir: el Mallorqueta en Segunda. ¿Cómo vas a competir con cinco en el tan prohibitivo como hipercompetitivo mundo del fútbol si tus adversarios tienen 25?
El santo y seña del Grupo Drac ha demostrado que está bien rodeado y mejor asesorado -Joaquín García y algún sensato tapado- al empeñar su palabra en que todas las plusvalías terminarán en las intocables arcas de la Fundación. Vamos, que el pastizal será impepinablemente para el club, vamos, que ni Grande, ni un redivivo Cursach, ni una segunda parte del gran Alemany, ni un Abramovich cualquiera se lo llevarán crudo. El actual presidente ha demostrado sabiduría rectificando una inocente laguna legal que le servía en bandeja el 30% del archimillonario pelotazo.
No sé si Vicente Grande es jugador o no pero, al menos, en esta timba de Son Moix ha exhibido modos y maneras de gran tahúr. Hay quien dice que lo que ha lanzado es un farol de aquí te espero o, dicho de otra manera, un planteamiento de máximos con la vista puesta en lograr un mínimo que escondería el máximo de los máximos. Vayan o no vayan por ahí los tiros lo cierto es que la idea de Matas y Cirer es crionizar el cordón umbilical del pelotazo hasta el día después de las elecciones autonómicas y municipales. Un ja ho veurem con truco toda vez que el president es de los que acertadamente piensan que algo hay que darle al club de nuestros amores. Resumiendo que es gerundio: se autorizarán usos urbanísticos complementarios al deportivo pero ni de lejos unos rascacielos que harían bueno aquello de que «el remedio es peor que la enfermedad». Tal vez es que estamos viviendo una representación teatral con desenlace pactado de antemano: aprovechamientos urbanísticos partidos por dos o por tres, que ya está bien, pero ni hablar de rascacielos.
Cruzo los dedos para que el muy susceptible Grande no interprete esta columna como una puñalada. A ver si le entra en la cabeza de una puñetera vez que seré de los pocos que derramen una lágrima el día que, Dios no lo quiera, los cursachianos consumen su venganza. Nos ahorraríamos muchos disgustos si en lugar de dar la sensación de que está aquí para servirse da muestras inequívocas de que llegó tan sólo para servir. Espero que no nos dé motivos para arrepentirnos de proclamar bien alto que más vale Grande conocido que Cursach por re-conocer.
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