La opinión de los expertos
Expertos de http://www.elmundo.es
EL BANQUILLO /// ANGEL "Pichi" ALONSO
Premio a la tenacidad
Ya dice el refrán popular que bien está lo que bien acaba, y aunque el encuentro de ayer en Riazor no pudo comenzar peor para el Mallorca, con dos goles casi a las primeras de cambio, finalmente el equipo de Héctor Cúper supo rehacerse y retuvo, al menos, uno de los tres puntos en discordia que si bien no supone ningún tipo de mejoría en la tabla clasificatoria sí al menos permite atisbar con mayores dosis de optimismo el choque del próximo domingo en Son Moix ante el líder FC Barcelona.
El Mallorca ofreció sobre el césped de Riazor dos caras bien distintas. En los 45 minutos iniciales, el conjunto de Cúper sucumbio víctima de los errores que acostumbra a cometer esta temporada: imprecisión y falta de agresividad en defensa, desorden en el medio campo, escasa fluidez en la conexión entre la medular y el ataque y, por supuesto, carencias más que evidentes a la hora de poner en peligro la portería adversaria.
Sin embargo, como si asistiéramos a una inversión de papeles en toda regla, en la segunda parte fue el Deportivo el equipo que se contagió de esos mismos errores, mientras que el Mallorca tuvo la incuestionable virtud de no dar el encuentro por perdido y luchar a brazo perdido por cambiar el rumbo del encuentro. Ante un Deportivo que comenzó confiado la segunda mitad en la creencia equivocada de que el Mallorca era ya un cadáver irresucitable, los bermellones sacaron petróleo de sus primeras aproximaciones al área y rescataron un punto que vale su peso en oro.
Ya dice el refrán popular que bien está lo que bien acaba, y aunque el encuentro de ayer en Riazor no pudo comenzar peor para el Mallorca, con dos goles casi a las primeras de cambio, finalmente el equipo de Héctor Cúper supo rehacerse y retuvo, al menos, uno de los tres puntos en discordia que si bien no supone ningún tipo de mejoría en la tabla clasificatoria sí al menos permite atisbar con mayores dosis de optimismo el choque del próximo domingo en Son Moix ante el líder FC Barcelona.
El Mallorca ofreció sobre el césped de Riazor dos caras bien distintas. En los 45 minutos iniciales, el conjunto de Cúper sucumbio víctima de los errores que acostumbra a cometer esta temporada: imprecisión y falta de agresividad en defensa, desorden en el medio campo, escasa fluidez en la conexión entre la medular y el ataque y, por supuesto, carencias más que evidentes a la hora de poner en peligro la portería adversaria.
Sin embargo, como si asistiéramos a una inversión de papeles en toda regla, en la segunda parte fue el Deportivo el equipo que se contagió de esos mismos errores, mientras que el Mallorca tuvo la incuestionable virtud de no dar el encuentro por perdido y luchar a brazo perdido por cambiar el rumbo del encuentro. Ante un Deportivo que comenzó confiado la segunda mitad en la creencia equivocada de que el Mallorca era ya un cadáver irresucitable, los bermellones sacaron petróleo de sus primeras aproximaciones al área y rescataron un punto que vale su peso en oro.
El infierno puede esperar
Ni un solo rival directo del Mallorca consiguió la victoria en una jornada muy positiva para los bermellones, que salen de las posiciones de descenso a costa del Málaga
LUIS ANGEL TRIVES
PALMA.- El Real Mallorca solo habrá pasado una semana en el infierno. El empate de ayer en Riazor, unido a la derrota del Málaga en La Rosaleda frente al Celta de Fernando Vázquez, ha permitido a los bermellones escapar de las posiciones de descenso a Segunda División intercambiando la plaza con el conjunto andaluz. Este es el balance afortunado de una jornada muy positiva para los intereses bermellones y que, en cambio, cuando el árbitro señaló la conclusión del encuentro de Riazor, hubiera podido acabar con el Mallorca no solo en plazas de descenso sino incluso como farolillo rojo.
Así hubiera sucedido si el Málaga, cuyo choque no finalizó hasta una hora después que el encuentro de La Coruña, no llega a sucumbir frente al Celta y si, posteriormente, Alavés y Athletic de Bilbao, que disputaron sus encuentros con el resto de la jornada ya concluida, hubieran obtenido el triunfo ante Barcelona y Real Sociedad, respectivamente. En cambio, nada eso sucedió. El líder cumplió los pronósticos y, aunque con menos brillantez que otras ocasiones, se impuso al colista Alavés. Por su parte, el trepidante derbi vasco se saldó con un espectacular empate a tres que mantiene la distancia de tres puntos que separa al Mallorca del Athletic.
De hecho, ni uno solo de los últimos nueve clasificados logró retener los tres puntos en la jornada de este fin de semana. Esta circunstancia da alas al Mallorca, que podría haberse visto claramente perjudicado del hecho de que rivales directos en la lucha por evitar el descenso, como Rácing de Santander, Espanyol o Real Sociedad, pusieran más tierra de por medio respecto a las plazas que cierran la tabla. Los cántabros, sin ir más lejos, sucumbieron en casa ante el Sevilla poniendo fin a su óptima racha de resultados, si bien el mayor varapalo tuvo que encajarlo el Espanyol. El conjunto de Miguel Angel Lotina no solo salió derrotado de su desplazamiento a Getafe sino que además recibió la goleada de la jornada (5-0). Los catalanes disponen todavía de un colchón de cuatro puntos respecto a la primera plaza de descenso, que ocupa el Málaga, pero el resultado puede pasarles factura a nivel anímico.
Tampoco el Betis de Llorenç Serra Ferrer acaba de arrancar. Los andaluces perdieron ayer en su estadio por segunda vez en apenas cuatro días, ya que el miércoles el Real Madrid les superó en el choque de ida de la Copa del Rey. Los verdiblancos aventajan en un solo punto al Mallorca y se sitúan a dos del descenso. Finalmente, el Cádiz, que ofreció una extraordinaria imagen en el Bernabéu, acabó mordiendo el polvo y tampoco puede confiarse.
Ni un solo rival directo del Mallorca consiguió la victoria en una jornada muy positiva para los bermellones, que salen de las posiciones de descenso a costa del Málaga
LUIS ANGEL TRIVES
PALMA.- El Real Mallorca solo habrá pasado una semana en el infierno. El empate de ayer en Riazor, unido a la derrota del Málaga en La Rosaleda frente al Celta de Fernando Vázquez, ha permitido a los bermellones escapar de las posiciones de descenso a Segunda División intercambiando la plaza con el conjunto andaluz. Este es el balance afortunado de una jornada muy positiva para los intereses bermellones y que, en cambio, cuando el árbitro señaló la conclusión del encuentro de Riazor, hubiera podido acabar con el Mallorca no solo en plazas de descenso sino incluso como farolillo rojo.
Así hubiera sucedido si el Málaga, cuyo choque no finalizó hasta una hora después que el encuentro de La Coruña, no llega a sucumbir frente al Celta y si, posteriormente, Alavés y Athletic de Bilbao, que disputaron sus encuentros con el resto de la jornada ya concluida, hubieran obtenido el triunfo ante Barcelona y Real Sociedad, respectivamente. En cambio, nada eso sucedió. El líder cumplió los pronósticos y, aunque con menos brillantez que otras ocasiones, se impuso al colista Alavés. Por su parte, el trepidante derbi vasco se saldó con un espectacular empate a tres que mantiene la distancia de tres puntos que separa al Mallorca del Athletic.
De hecho, ni uno solo de los últimos nueve clasificados logró retener los tres puntos en la jornada de este fin de semana. Esta circunstancia da alas al Mallorca, que podría haberse visto claramente perjudicado del hecho de que rivales directos en la lucha por evitar el descenso, como Rácing de Santander, Espanyol o Real Sociedad, pusieran más tierra de por medio respecto a las plazas que cierran la tabla. Los cántabros, sin ir más lejos, sucumbieron en casa ante el Sevilla poniendo fin a su óptima racha de resultados, si bien el mayor varapalo tuvo que encajarlo el Espanyol. El conjunto de Miguel Angel Lotina no solo salió derrotado de su desplazamiento a Getafe sino que además recibió la goleada de la jornada (5-0). Los catalanes disponen todavía de un colchón de cuatro puntos respecto a la primera plaza de descenso, que ocupa el Málaga, pero el resultado puede pasarles factura a nivel anímico.
Tampoco el Betis de Llorenç Serra Ferrer acaba de arrancar. Los andaluces perdieron ayer en su estadio por segunda vez en apenas cuatro días, ya que el miércoles el Real Madrid les superó en el choque de ida de la Copa del Rey. Los verdiblancos aventajan en un solo punto al Mallorca y se sitúan a dos del descenso. Finalmente, el Cádiz, que ofreció una extraordinaria imagen en el Bernabéu, acabó mordiendo el polvo y tampoco puede confiarse.
El Mallorca resurge en Riazor
TOMEU MAURA
El Mallorca arranca la segunda vuelta con buenas sensaciones, después de demostrar en Riazor aquello de lo que fue incapaz en toda la primera ronda del campeonato: su capacidad de reacción. Ante un Deportivo frágil pero peligroso, el grupo de Cúper mostró una de sus más desconocidas caras, y lo hizo para rescatar de entre las cenizas un empate que sabe a victoria y que sirve para prolongar dos rachas que parecen no tener fin: la del equipo en Riazor y la de Yoshito ante el Deportivo. El japonés ya ha marcado tres goles a los gallegos y se erige en su verdugo principal.
El Mallorca arranca la segunda vuelta con buenas sensaciones, después de demostrar en Riazor aquello de lo que fue incapaz en toda la primera ronda del campeonato: su capacidad de reacción. Ante un Deportivo frágil pero peligroso, el grupo de Cúper mostró una de sus más desconocidas caras, y lo hizo para rescatar de entre las cenizas un empate que sabe a victoria y que sirve para prolongar dos rachas que parecen no tener fin: la del equipo en Riazor y la de Yoshito ante el Deportivo. El japonés ya ha marcado tres goles a los gallegos y se erige en su verdugo principal.
Este resultado permite también mirar de otra manera el compromiso ante el Barça. Ahora es incluso asumible la derrota, aunque sin renunciar a la nunca descartable sorpresa.
Expertos de: http://www.diariodemallorca.es
El talismán de Okubo
El Dépor sufre el acierto del japonés, que ha marcado a los gallegos tres de sus cuatro goles desde que llegó a España
SEBASTIÀ ADROVER. PALMA.
Si Okubo pudiera elegir el rival de cada semana del Mallorca, a buen seguro que escogería al Deportivo de La Coruña. El jugador japonés (Fukuoka, 9-6-1982) realizó un espectacular encuentro en su retorno al equipo titular tras muchas jornadas y, una vez más ante los gallegos, fue el protagonista positivo del duelo. El trabajo, la garra y, sobre todo, el acierto del ariete le erigieron en el mejor jugador de su equipo. Su gol en el minuto cincuenta y uno fue la acción que dio alas a los rojillos y que catapultó las posibilidades de igualada mallorquinistas. El fenomenal centro de Gutiérrez provocó un soberbio testarazo de Okubo, que sorprendió a Molina y se anotaba, de esta manera, su primer gol en el presente campeonato -en Copa marcó otro ante el Alcoyano-. Desde que el internacional nipón llegó a España, ha marcado cuatro goles en Liga y tres han sido frente al cuadro coruñés. Debutó precisamente ante los blanquiazules el nueve de enero de 2005. Anotó un tanto y dio la asistencia a Luis García para que marcase en un choque que también finalizó en empate a dos. En el decisivo encuentro del pasado ejercicio en Riazor, penúltimo del curso, Okubo fue una pesadilla para la zaga local y además, marcó el gol que certificaba el cero a tres.
El recital del delantero, que a punto estuvo de abandonar la disciplina rojilla con el fichaje de Pisculichi ya que ocupa plaza de extranjero -se marchó Peralta-, evidenció que su corazón está lleno de ambición.
En la presente Liga ha jugado quince partidos para un total de setecientos dos minutos y está cansado del papel de secundario que ha adquirido en el Mallorca, sobre todo si se tiene en cuenta que Okubo es una auténtica estrella en su país. En la pretemporada prometió que marcaría diez goles y quizá no podrá cumplir su promesa, pero ya ha dado un paso más para reivindicar un protagonismo que pide a gritos.
El duelo entre Tristán y Potenza resultó tan igualado como el marcador final del encuentro entre el Deportivo y el Mallorca. El ariete del conjunto coruñés empezó el partido de una forma activa y en apenas quince minutos ya había disparado dos veces a la meta de Moyà. En ambas tenía al central italiano en el cogote, aunque más de una vez le cogió la espalda y creo cierto peligro. Tristán, además, metió el segundo tanto para su equipo de penalti, lo que provoca que sean diez los goles que lleva en el campeonato. Potenza, por su parte, se mostró en ciertas jugadas algo blando en su marcaje, aunque en la segunda mitad se entonó como el resto de futbolistas bermellones. El delantero sevillano se fue diluyendo a medida que fueron transcurriendo los minutos y dejó claro una vez más que es un jugador intermitente, capaz de hace alguna genialidad con el balón como de no aportar absolutamente nada en el juego de los suyos.
Opinión. Buena reacción, pésima defensa
RICARD CABOT
El partido de ayer en Riazor fue un calco de lo que viene siendo el Mallorca, no sólo esta temporada, sino también en la pasada. Para conseguir un mísero punto está obligado a un esfuerzo descomunal, es decir, marcar goles, producto de su impresentable defensa. Ayer fallaron Tuzzio en el primer gol -aunque en la segunda parte el argentino se redimió con una buena actuación- y Cortés, que cometió un penalti infantil, de los que siempre pueden ser evitados. Estos errores impidieron que el Mallorca no regresara ayer con una victoria imprescindible. Lo más loable de la actuación rojilla en Riazor es su capacidad de reacción y que, tras el empate, fueron a por la victoria, huyendo de lo que se ha hecho tantas otras veces, encerrarse para conservar un punto. No es mucho, pero menos es nada. Ahora, a centrarse en el Barcelona.
Análisis. Tremenda igualdad
SEBASTIÀ BAUÇÀ ´BUSSY´
Remontar un 2-0 en contra ante un rival con aspiraciones europeas demuestra la gran igualdad que existe en Primera hoy en día. El punto obtenido ayer por el Mallorca es totalmente merecido, de mucho mérito, en un partido muy práctico en donde no han existido los principios ofensivos por parte de ninguno de los dos equipos, y sólo buscaban forzar el error del rival. Con el empate se reforzará la moral de los jugadores, muy necesitada de ella, y la gente que confía en este equipo tiene razón en su confianza ya que quedan todavía muchos puntos
La libreta. Oxígeno
ALEJANDRO VIDAL
Casi se le escurrió la vida entre las manos, como Valerón se evadió de la débil marca de los centrales. Luego, un ingenuo, innecesario y claro penalti de Cortés pudo ser la puntilla, en un error de los que Cúper significa que ya no se pueden cometer, pero se suceden jornada tras jornada. Palideció hasta el color rojo de las camisetas cuando, como siempre, antes de la media hora, el Mallorca ya perdía por dos a cero. Luego el Deportivo, que había ensayado su compromiso de vuelta de Copa del Rey contra el Valencia, se dedicó a especular con el "sparring" que, por fin, le salió respondón.
Un punto no vale nada, dicen, en la liga de tres por victoria, pero todo depende del color del cristal con que se mira. Cuando todo apunta a derrota y los fantasmas siguen creciendo alrededor de uno, el empate sabe a gloria bendita. Es oxígeno puro, una descarga de corriente eléctrica para estimular los latidos del corazón. La víscera sigue viva dentro de un cuerpo cuyo estado anímico está por los suelos y que ayer tiró de oficio para señalar los kilómetros que hay entre el equipo que dejó Irureta y que trata de reconstruir, a su manera, Caparrós. Pero sin defensas, se fue Naybet y no estaban Andrade ni Juanma; un centro del campo sin Mauro Silva, en el que Valerón pregunta por Fran, retirado y Víctor, en declive; y una delantera que conoció personajes más ilustres, Rivaldo o Bebeto, que el díscolo Tristán, el técnico andaluz sobrevive a costa de la mediocridad del campeonato.
Cúper se sabía el guion aunque sus pupilos tardaran en interpretarlo. Contó con la reaparición de Tuzzio, algo falto de partidos y autoridad defensiva, para proporcionar más criterio a la salida del balón y arriesgó lo suyo con un doble pivote creativo, Farinós y Doni, capaz de aguantar un poco más la posesión del esférico porque, no lo olvidemos, quien tiene más tiempo la pelota en su poder, cuenta con más probabilidades de ganar. La velocidad de Okubo y Víctor tenía que machacar a los lentos Coloccini y Romero y de hecho así fue, aunque todavía faltan no pocos ajustes para que el engranaje funcione mejor. La pareja en cuestión sacó las castañas del fuego la pasada temporada. Quizás se ha perdido demasiado tiempo en descubrir que ciertas cosas no debieran haber cambiado ya que, finalmente, siempre se impone su orden natural.
Arango volvió a su banda y Manuel Pablo lo pudo pasar peor sí, en el primer periodo, el Mallorca hubiera aprovechado mejor o siquiera dispuesto de las bandas. Su empeño en un fútbol demasiado directo y previsible, facilitó las cosas a los blanquiazules, maestros en el arte de la simulación y, como le gusta a Caparrós, solistas del juego subterráneo. Al japonés le cosieron a faltas aunque, curiosamente, sólo él fue amonestado. Nada soprendente en el arbitraje virtual que ha creado Sánchez Arminio, en el que el rey es Iturralde y príncipe, entre otros, ese tal Megía Dávila al que ya han encargado el espectáculo del domingo en Son Moix.
Este empate, que no soluciona nada, puede servir para mucho. Por lo menos para reparar la maltrecha confianza de esta plantilla que, sin ser buena, no es peor que las de casi la mitad de la categoría. Si fue capaz de restaurar el equilibrio en un encuentro que se le puso imposible a los veinticinco minutos en el feudo de un rival de Uefa, también tiene que serlo para superar bastantes de los escollos que le esperan. No ha salido del estado comatoso en el que entró la pasada semana, pero pone mejor cara incluso ante el mal tiempo, lo justo para mantener a raya la deconstrucción
Plano corto. Puede ser
RICARD PLA
Puede ser el inicio de algo bueno. Puede ser. Pero lo cierto es que el Mallorca hizo el mejor partido de la temporada, superó en algunas fases del choque al Dépor y se llevó un punto de Riazor que sabe a victoria. Es la primera vez que vimos un centro del campo motivado, con anticipación y con un grado importante de concentración. La apuesta de Cúper, la enésima en lo que llevamos de Liga, volvía a ser arriesgada. Nuevo centro del campo, aunque insistió con buenos resultados con Doni y Farinós, que se vaciaron y con Arango pegado a la cal. ¿Será ésta su posición definitiva? El venezolano volvió a marcar y ya es el máximo goleador del equipo. Por fin los dos puntas trabajaron a destajo presionando a la defensa, y por fin vimos al Okubo de la temporada pasada. Es la primera vez también que se vio a un equipo creyendo en sus posibilidades, evidentemente muy lejos del de la Romareda. Esta vez el gol del japonés espoleó al grupo y de ahí el empate. No cabe duda que son las mejores sensaciones para recibir al líder
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