martes, enero 24, 2006

La opinión de Pep Sansó

Errores individuales
PEP SANSO

Analizar el juego del Mallorca frente al Deportivo es difícil y complicado. La mayoría de encuentros que juegan los hombres de Cúper son parecidos y las virtudes y defectos se suceden de forma sistemática. El juego no es malo, se realiza un buen trabajo colectivo, hay errores en defensa que cuestan goles y falta calidad en la construcción del juego. Estas premisas se repiten constantemente y hay muy poca diferencia de un partido a otro.
El entrenador, semana a semana, va variando su alineación inicial en busca de la piedra filosofal que le lleve a ganar partidos. Busca desesperadamente el equipo que sea sólido en defensa, que presione al rival en todo el campo, que tenga recorrido y carácter, que sea solvente con el balón en los pies y que sepa salir con peligro al contraataque. Estos principios, imprescindibles para Héctor Cúper, se dejan ver de forma esporádica, pero siempre hay errores individuales que tiran toso el trabajo colectivo por el suelo.
En Coruña, el Mallorca tuvo una ocasión extraordinaria para sumar los tres puntos e iniciar su escalada en la clasificación. Los gallegos fueron inferiores al conjunto mallorquín los noventa minutos de juego. El conjunto de Caparrós, sin querer desmerecerlo y sin quitar ningún mérito al Mallorca, llegó muy justito de fuerzas y de efectivos al partido. Jugó Copa del Rey entre semana, teniendo que disputar la mayoría de encuentro con diez jugadores por la expulsión de Dustcher, y tenía bajas importantes en el centro de la defensa y en el doble pivote para enfrentarse a los isleños. En definitiva, el Mallorca se encontraba un rival tocado físicamente, con poca solidez en el eje defensivo y con poca velocidad en ataque, si exceptuamos a Munitis. Era el día ideal para vencer en Riazor y Cuper lo sabía. Por ello, salieron desde el primer minuto en busca de la victoria.
El Mallorca presionó arriba la salida del balón, jugó con muchos jugadores por delante de la pelota y dio mucha verticalidad al juego. Se apropiaron del balón y del espacio. Eran superiores al rival, parecía que el gol tenía que llegar, pero en dos nuevos errores defensivos, el Deportivo se adelantó en el marcador con un contundente dos goles. Volvió a ocurrir que cuando más superior era la escuadra de Cúper, en dos acciones desafortunadas, un error de atención en el marcaje de Tuzzio y un penalti absurdo de Cortés, le pusieron muy cuesta arriba el partido.
En el segundo tiempo, el Mallorca sacó fuerzas para intentar la remontada y, a diferencia de otras ocasiones, rentabilizó sus ocasiones de gol para empatar, de forma justa, el resultado. Okubo estuvo sensacional. Tuvo movilidad, creó espacios a sus compañeros y tuvo el acierto de batir a Molina en un gran remate de cabeza. El otro jugador a destacar fue Arango.